Busquets: “Prefiero fabricar fútbol que rematarlo”
El mediocentro y segundo capitán azulgrana analiza al
equipo de Ernesto Valverde y LaLiga que le espera al Barça
JORDI QUIXANO
Barcelona 17 AGO 2018 -
Ampliar fotoBusquets
saluda a la afición del Camp Nou, el miércoles en el Gamper. NURPHOTO GETTY
IMAGES
No suele dar entrevistas porque entiende que muchas veces no
se habla de lo que sucede en el campo sino de lo que adorna al fútbol. Así que
se limita a responder las preguntas a pie de césped cuando se le requiere tras
los encuentros. Es ahí, en el tapete, donde Sergio Busquets (Sabadell; 30
años) se ha ganado un nombre, también la admiración del mundo fútbol.
Pregunta. ¿Cómo fue ese momento en el que Guardiola lo
reconvierte a mediocentro?
Respuesta. No lo hablamos demasiado… Por
entonces, actuaba de volante o falso 9. Pero me empezó a poner
en el centro, quizá porque mis cualidades se reflejaban mejor en esa parte del
campo. Después sí que empezamos a hablar de lo que quería del pivote y, viendo
su trayectoria deportiva, si había alguna posición en la que tenía todo estudiado
era esa. Compartir el año del filial y los del primer equipo ha sido súper
importante para mí para entender el juego, me ayudó mucho. Con él hice un
aprendizaje que no habría conseguido con ningún otro entrenador porque es el
mejor.
En la gira norteamericana ha destacado Riqui Puig, que se
une a Aleñá como próximo canterano futurible para hacerse un sitio en el primer
equipo. “Son buenos, sí”, interviene Busquets; “pero hay que darles tiempo. No
podemos decir que serán el próximo Xavi, Gerard o Iniesta. Hay que darles
confianza, poco a poco, y si tienen esa suerte y valen, lo conseguirán. Hay que
ayudarles”. Entiende el mediocentro, sin embargo, que será complicado repetir
la época de abundancia que ha pasado la cantera azulgrana. “Será muy difícil
que ocurra de nuevo algo así, que salgan tantos jugadores tan importantes en el
Barça, en las selecciones... Va a ser casi imposible”. Aunque matiza: “Pero
seguro que con el tiempo irán saliendo. De otra manera, de otra época,
escalonados... Todo tiene que ser diferente”.
P. ¿No tuvo miedo de que el cambio le hiciera
quedarse por el camino, dado que fue en el filial?
R. Es que disfrutaba mucho en la posición. Y
jugábamos en Tercera, donde el fútbol era diferente. No era muy difícil, aunque
en según qué campos se sufría por las dimensiones o la propuesta del rival.
Pero me gustaba porque tocaba mucho balón, intentábamos jugar bastante, en el
juego aéreo también me sentía cómodo…
P. ¿Disfruta más con más responsabilidades?
R. Sí, seguro. Me gusta más fabricar fútbol que
acabarlo. Por eso soy cero egoísta a la hora de hacer goles. Sé de la
importancia de ser solidario en mi juego porque así me lo transmitieron Pep y
todos los entrenadores. La demarcación de mediocentro, si no es la más
importante para el funcionamiento del juego del Barça, se acerca. Claro que si
luego aparece Leo, bueno, pues quizá ya no lo es tanto…
P. ¿Un mediocentro egoísta no puede ser un buen
mediocentro?
R. Quizá en otro sistema con doble pivote no es
tan importante, pero con el 4-3-3 que jugábamos era imposible. Pero vamos, que
no se puede ser muy egoísta.
P. ¿Cuándo se queda satisfecho al acabar un
partido?
R. Cuando no he perdido balones. O que sean los
mínimos posibles y no provoquen riesgo o una contra rival. Eso es lo
primordial. Pero soy muy exigente y tengo todas las jugadas en la cabeza y las
repaso para mejorar. Sé lo que podía haber hecho bien, en la que podía estar
mejor colocado o en la que me he confiado y hay esa pérdida peligrosa. Aunque
habría que examinar cada jugada. Hay veces que intento buscar y no encuentro,
otras que el rival me encima e intento regatear, y a veces me gusto un poco más
de la cuenta. Pero es verdad que me gusta regatear. En ocasiones sale mal...
Entonces, me digo que no hacía falta y me sabe mal. Pero en mi cabeza sé que
toca pedir perdón y correr. Y si me sale bien, también está el sentimiento de
haber ganado la partida. Esa adrenalina de que te ha salido lo que querías. Hay
que encontrar el equilibrio y que sea en beneficio del equipo.
P. ¿Cómo prevé la temporada?
R. Dura, como todas. En LaLiga los rivales serán
el Real Madrid y el Atlético, que se ha reforzado mucho y bien. El Madrid,
menos, pero tiene plantilla de sobra. Y nosotros estamos en muy buena dinámica
y hemos traído jugadores que nos hacen más completos. A Arturo ya se le conoce;
Malcom es muy rápido y aportará desequilibrio; Lenglet tiene una buena salida
de balón; y Arthur tiene cosas de Xavi. No me gusta comparar, pero ese giro,
ese jugar con el balón pegado a los pies… Esperemos que entre todos logremos
ser un poco mejores en Europa, que es lo que nos ha costado últimamente.
P. ¿Se resentirá el Madrid sin Cristiano
Ronaldo?
R. Ojalá lo eche de menos y note la falta de
gol. Pero conozco a su entrenador y hará que el Madrid sea más equipo. Nosotros
a lo nuestro, a jugar como sabemos.
P. Pues de usted dice Piqué que es el mejor del
mundo al primer toque. ¿Qué le parece?
R. No está mal, ¿no? Y eso que es muy difícil
jugar al primer toque. Pero es tan importante mi pase como que el compañero
esté bien posicionado para recibirlo. Y más hoy en día. Cuando empecé a jugar
era más sencillo porque los equipos no estaban tan preparados táctica y
físicamente, había más espacios.
P. ¿Piensa mucho jugando?
R. Demasiado. La cabeza me va a tope. Soy así en
mi vida, soy muy pesado con todo. Me gusta tenerlo todo controlado y en orden.
Y en el campo, pues me pasa lo mismo. Pienso que es tan importante crear juego
que saber dónde están los delanteros rivales, no dejar en igualdad a mi defensa
con su delantera, bascular, tapar agujeros… Y en ataque lo mismo, ver las
posiciones, los desmarques de los míos y los movimientos de los rivales… Es
complicado, pero me gusta.
P. ¿Le da tiempo a todo eso?
R. ¡Se intenta! El problema es si me ponen un
hombre pegado porque entonces tampoco toco mucha bola. Pero en el fondo también
es un halago que te pongan a alguien encima ¿eh?
P. En la fase defensiva, sin embargo, es usted
el que salta y no son pocas las veces que sobrepasa a los volantes en la
presión. ¿No es raro que le cubran a usted?
R. Tengo tan metido el concepto de la presión
tras pérdida que me sale casi sin querer. Es que es tan importante… Pero son
dos fases. Nada más perder, esos tres o cuatro segundos, está bien que salte si
veo que puedo incordiar o cortar. Pero si han pasado ya esos segundos y salto
entonces y dejo espacio a mi espalda… Ahí está el error. Hay que elegir mejor,
sobre todo en los partidos importantes.
P. Lo que no duda es que con el balón en los
pies, siempre intenta mirar primero a Messi…
R. Levanto la cabeza y le busco. No se hace sin
darse cuenta, evidentemente. Es lo que queremos. Tener a Leo en el equipo que
te soluciona casi todo porque desequilibra, da goles y los mete... Cuanto más
tiempo tenga el balón en sus pies, mejor y más ventaja tendremos. Nuestro juego
tiene que pasar por él, es lo lógico. No es Messidependecia; es ser
inteligentes y aprovechar al mejor del mundo. A partir de ahí, cuando la tengo
intento buscarle. A veces, excesivamente. Pero prefiero correr ese riesgo.
P. Iniesta se entendía muy bien con Leo. ¿Se le
echará de menos?
R. Claro. Pero no solo a nivel futbolístico,
sino en el vestuario porque, como Puyol, Xavi y Víctor [Valdés], era un
capitán, un guía. Aunque creo que el momento más difícil será cuando se vaya
Leo y la generación que somos de la misma edad o casi, porque podríamos acabar
casi en el mismo año. Mejor no pensarlo y disfrutar el momento.
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