El uso del lenguaje
En el
presente escrito se aborda un capítulo de la obra El conocimiento
humano, del autor Bertrand Russell
titulado El uso del lenguaje, y cuyo contenido hará una
relación entre los usos y formas de transmitir información por medio del lenguaje.
Por una
parte, el lenguaje es visto como una forma supersticiosa. El autor lleva
consigo el mensaje del misterio que consigo traía la forma de estructurar el
pensamiento, es decir, de una manera supersticiosa ya que en muchas ocasiones
su uso ha sido utilizado de mala manera. Y es que hubo quienes utilizaban los
nombres o frases para malinterpretarlo. Tal es el caso de “En el comienzo
existía la palabra”, esta frase tiene la mala utilización y se desprende, en un
principio, desde su errónea traducción.
En el caso de
los filósofos, nos dice el autor, son quienes se han dedicado, o mejor dicho se
han interesado en el lenguaje para dar una mejor afirmación desde el contenido
mismo de la palabra.
Por otra
parte, el lenguaje trae consigo diversas connotaciones o diferentes maneras de
uso.
En primer
lugar se habla de un lenguaje cuyo contenido es la autoridad, sea el caso de
dar un mando, una orden pero esto acarrea también hacia la humillación de las
personas ya que puede tratarse, por ejemplo, de un sargento mayor que utiliza
el lenguaje para dar órdenes o hasta humillar.
En segundo
lugar, es utilizado para expresar emociones o influir en los demás. Tal es el caso
de aquellos quienes con un simple gesto o sonido transmiten un lenguaje que ya
contiene información. Por ejemplo, cuando uno visita un doctor y éste pregunta
que cuando haya o sienta dolor el paciente lo señale con un gesto, así ya hay
un lenguaje.
Los animales
también transmiten un lenguaje. En el caso de una gallina que llama a sus
polluelos lo hace con un sonido muy diferente al hacer un sonido tratando de
prevenirles de un peligro o de que le sigan.
De esta manera, si el comunicarse lleva consigo expresiones,
palabras, sonidos, éstos se convierten en lenguaje, debido a la información que
esta incluye consigo ya que transmite información y en materia de lenguaje como
en otros ámbitos, existe o hay un proceso.
El lenguaje
tiene dos fines primarios: “la comunicación y la expresión”. En el caso de la
comunicación encontramos ciertos aspectos que no se deslindan de la expresión,
tal es el caso de respuesta inmediata ante un suceso inesperado que se llega a
dar, sea el caso de una expresión tanto de horror como de sorpresa. En el caso
de la expresión entra en relación con lo que se ha mencionado debido a la
información o emoción que se transmite.
La utilidad
del lenguaje depende de la distinción entre experiencias. Por ello, el lenguaje
es un medio de exteriorizar y dar a conocer nuestras experiencias. De esta
manera, no solamente sirve para expresar pensamientos, sino también para
posibilitar pensamientos que no podrían existir sin él.
El autor nos
dice: “se sostiene a veces que no puede haber pensamiento alguno sin lenguaje”,
es decir, para construir dicho pensamiento requiere de palabras y, puede ser de
otra manera, como el conocer mi brazo sin necesidad de ver escrita la palabra
brazo, por el simple hecho de que ya se conoce.
Además, la
definición ostensiva es, ante todo una característica para abordar ciertas
nociones linguísticas de comunicación. Primeramente, la definición ostensiva es
“todo proceso por el cual se enseña a una persona a comprender una palabra por
medios diferentes del uso de otras palabras”, con esto, se inicia
una mejor explicación de la adquisición de un lenguaje sin necesidad de haber
estudiado grandes idiomas.
Por ejemplo, el autor expresa que si una persona
vive en otro país y llega a un nuevo lugar, al no poderse comunicar y en el
aprieto de no saber el nombre de las cosas las señalará, si llega a dar las
señas de lo que se encuentre. Si la persona nativa de ese lugar responde, por
así decirlo a lo que señala que es un pan, la persona confirmará que así se le
dice a esa palabra y como se pronuncia.
Sin embargo,
este concepto puede solamente apreciarse en aquellas personas que no han
comenzado a tener contacto con otro idioma, tal es el caso de los niños quienes
han comenzado a tener dicho acercamiento con las palabras y poco a poco
comienzan a comprender lo apropiado de cada palabra.
Bibliografía:
Bertrand,
Russell, El conocimiento humano, Planeta, México, 1992. 511 pp.
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