Posted on by pedrogomez
Por Pedro Gómez (pedrogomez7@hotmail.com)/
@pf_gomez
¡Qué bien se aprendieron la lección del profesor Darwin
algunos!, ¡qué manera de desmarcarse para perpetuar su especie!, ¡qué poco les
queda a aquellos que entienden el entrenamiento de una manera natural,
coherente y sin apenas maquillaje!…
¡Sí amigo!, te guste más o menos, nuestro mundo se
tiñe con aires de hostilidad. Encontrar un espacio donde poder hacerte fuerte,
intocable y así sobrevivir, se torna, al parecer, en el primer objetivo de
muchos, a los que su fanatismo metodológico somete a cautiverio todo atisbo de
inteligencia. Y sí, ya sé que me dirán que somos muchos para pocos puestos, que
o parecemos más aptos o no sobreviviremos, pero lo siento, supongo que
seguir siendo un romántico me retiene a la hora de lanzarme a las garras de
este embudo futbolístico en el que algunos se desenvuelven con facilidad.
Se nos iluminó la bombilla y nos convencimos de que si
hacíamos triples sesiones difícilmente alguien podría ser más trabajador y
responsable que nosotros, pues 4 al día podrían saturar mucho al
jugador,..sedujimos a los diarios deportivos narrándoles nuestras hazañas
cargando depósitos de energía en tan sólo 6 semanas…acariciamos el cielo con
nuestros picos de forma…y por fin, y de una vez por todas, alcanzamos el
éxtasis de mano de nuestras estaciones polar y receptores gps….¡a ver
quién se atrevía a mirar hacia arriba e intentaba hacernos sombra ahora!.
Así con todo, la borrachera de halagos a la que esta
ascensión meteórica y celestial nos arrastró, nubló nuestra percepción y nos
hizo confundir a los verdaderos protagonistas de este embrollo, lo cual
no tuvo consecuencias mientras estuvimos dormidos, pero derivó al despertar en
una resaca aterradora donde los golpes, incluidos los de estas humildes y
recapacitadas líneas, empezaron a venir de todos lados.
¡Y sí! Puede que yo no sea ejemplo de nada…pero mis
sensaciones y experiencias actuales me animan a quitarme el cinturón (aunque
corra el riesgo de perder los pantalones y ser juzgado por muchos compañeros de
profesión, aunque solo sea por consideración con la honradez profesional que
algún día decidimos perder)…ya que estoy convencido de que, muchos de nuestros
“inventos”, como el de la individualización (con el que hoy me dispongo a
discutir), merecen castigo y reorientación.
Exacto, parece que ahora o individualizamos todo en nuestros
entrenamientos o acabaremos perdiendo el privilegio de pertenecer al selecto
club “de los buenos”, cada jugador su carga, su intensidad, sus pulsaciones,
sus distancias, todo perfectamente calculado, todo afinadamente
controlado….¿nadie cayó en la cuenta de que esto siempre se ha dado en los
entrenamientos, inclusive en los de aquel que tú piensas que es indigno de
nuestra profesión?, ¿a nadie se le ocurrió que el jugador como ser complejo,
inteligente y adaptativo que es, ya se encargará de encontrar la manera de
ajustarse lo mejor posible al entorno?, ¿de verdad que nadie reparó en que el
jugador ya hace lo que sabe hacer y para lo que está preparado y que no se le
va a ocurrir hacer aquello en lo que no está cómodo?, ¿pensáis que a Xabi
Alonso , Pirlo, o a Iniesta se les pasa por la cabeza tirarse la mayor parte
del tiempo durante una tarea haciendo múltiples sprints repetidos?, ¿os
imagináis a Leo Messi recorriendo12000 metros durante un entrenamiento del FC
Barcelona?, ¿qué osada mente se atreve a pensar que el jugador nos necesita a
nosotros para que desde fuera individualicemos lo suyo de dentro?.
La única individualización que a día de hoy alcanzo a ver
pasa por colocar al jugador en las zonas donde se vaya a encontrar el domingo,
acercarlo y juntarlo con aquellos que tendrá cerca durante la competición,
alejarlo de aquellas labores para las cuales todavía no encontró adaptación,
distanciarlo de patrones cerrados que limiten su creatividad…dejarlo, al fin y
al cabo, ser él mismo facilitándole contextos donde pueda expresar lo que ya de
por sí mismo es junto a sus compañeros…¿o es que nos pensamos que antes de que
les entrenásemos nosotros no acumulan en su mochila miles de horas de práctica
“individualizada”?.
Supongo que seré un escéptico sin remedio, pero cada vez me
creo menos eso de que “enseñamos” algo al jugador…como mucho nos considero
agentes facilitadores, que a base de una óptima valoración contextual e
individual, brindan oportunidades al futbolista para poder expresar en el campo
aquello que mejor saben hacer. En consecuencia, condicionar condicionamos, pues
al fin y al cabo somos los que les colocamos en un sitio u otro potenciando una
serie de comportamientos u otros…pero lo siento amigos míos, en la tecnología
todavía no se encuentra ni la respuesta ni por supuesto, la individualización.
Para terminar con esta corta y probablemente infecunda
reflexión, me gustaría recordar algo que comentaba el otro día José Antonio
Marina en su genial entrevista con Risto Mejide, y en la cual, defendía el
filósofo que el cachete al aprendiz era un buen recurso educativo siempre y
cuando se realizase en un entorno de amor y afecto….¡Defensores de lo vuestro!,
¡que nadie se me moleste por tanto!, aunque mi sinceridad me expone a la
crítica, os aseguro que las bofetadas de las que algunos me acusan de atizar
con frecuencia, siempre son con cariño…creedme compañeros…¿o es que los padres
que de vez en cuando sueltan un azote no quieren con locura a sus hijos?
Abrazo fuerte amigos!!
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