UN ESTILO DE CONDUCCIÓN I

UN ESTILO DE CONDUCCIÓN. I

El entrenador debe ser el líder natural de su equipo. Su personalidad y la actitud que asuma, serán sus fortalezas, para guiar a sus dirigidos a la consecución de los objetivos, que se definieron previamente con los directivos en el momento de su contratación. Aunque muchos entrenadores tienen claro, pues lo han experimentado, que los echan por resultados pero que no supieron porqué los contrataron.

Este es un tema previo importante, que debe quedar claro antes de la toma del plantel por parte del cuerpo técnico. Los directivos deben saber, estar seguros, de quién va a ser el entrenador de su equipo. Y deben tener claro que quieren, que quieren los hinchas, cual es el sentimiento de todos en cuánto a cómo quieren que juegue su equipo. No pueden contratar a un técnico que juegue a especular y de contra cuando todos quieren que se juegue al ataque en cualquier cancha y contra cualquier rival. Estar seguros si quieren iniciar un proyecto que el tiempo será su principal base de argumentos para desarrollar un proceso coherente y ahí también es importante la debida elección del entrenador adecuado a sus intenciones.

Los grupos se unen rápidamente a partir de una dirección eficaz. A partir de una filosofía de liderazgo. Que no es fácil, pero es observada y valorada por los jugadores. En donde la consecución de los objetivos generales es prioritaria. Al iniciar la temporada cada uno de los integrantes del equipo tendrá sus objetivos personales,que se podrán hacer realidad si da todo por lo que le conviene al grupo. Solo, en una actitud egoísta, no lo consigue ningún jugador y en cambio estará saboteando la armonía y conveniencia grupal. Si se logra unir al grupo en pos del objetivo principal se conseguirán todos los objetivos particulares. Así se debe dar manejo a la consolidación de un grupo que debe ser muy unido, solidario, transparente, respetuoso de la convivencia, y fortalecido como grupo, potenciará el rendimiento del equipo. PRIMERO EL GRUPO LUEGO APARECERÁ EL EQUIPO.

El equipo necesita de varios líderes. El entrenador debe delegar o apoyarse en su cuerpo técnico, cuando ha de tomar decisiones ante el equipo. Quedando claro que él siempre será el responsable de lo que suceda. Hablar de una conducción con base en el liderazgo es hablar del papel de diferentes personalidades que desde adentro del grupo arrastrarán al resto a trabajar en la misma dirección.
Este estilo de conducción ejerce una influencia sobre los individuos y sus grupos en el logro de los objetivos. Porque LIDERAR es influir, inspirar, activar, convencer, persuadir, seducir, ayudar a liberar el talento. Incluye muchos aspectos: relación con el grupo,el estilo de comunicación, las habilidades para convencer y persuadir, la forma de abordar los conflictos o de tomar decisiones, la capacidad para motivar al grupo y el saber hacer equipos. Tiene una relación muy directa con cómo actúa, con cómo es el comportamiento. El estilo de conducir con liderazgo atiende a las características personales del entrenador y de los jugadores, y al entorno del equipo. Conducir liderando otorga prestigio y autoridad moral.

El entrenador necesita tener un poder de influencia grande sobre sus jugadores. Viene dado por su manera de actuar diariamente en la dirección del equipo. La autoridad la otorgan los jugadores al entrenador, y también a otros compañeros del equipo cuando lo merecen por sus habilidades, por su gestión diaria al frente del grupo. LIDERAR VA MÁS ALLÁ DE DIRIGIR. El grupo necesita que varios de sus miembros ejerzan liderazgo sobre los demás.
El entrenador necesita de la colaboración de los capitanes y de los referentes del grupo. Habrá siempre una relación y comunicación más estrecha con estos jugadores, pues cumplen un papel muy especial en el vestuario. Estos jugadores son nombrados por el entrenador teniendo en cuenta su personalidad, carácter, carisma, su influencia positiva en el grupo, su trayectoria deportiva, jerarquía, el rol que cumplen en el funcionamiento táctico, en fin por sus condiciones de liderazgo dentro del grupo. Diferente de las reuniones con el entrenador ellos tendrán reuniones para hablar solos con el grupo sobre comportamientos individuales, casos de inconvenientes familiares, obras de caridad, actividades de integración, estados de ánimo de los jugadores que estén afectando su rendimiento, trato especial con quiénes de momento no son titulares, definición de premios, supervisión de la armonía que debe reinar en el vestuario.

Todas éstas actividades serán inducidas, coordinadas, aprobadas por el entrenador, y su cuerpo técnico estará atento a cualquier intervención, en función de la mejora en las actividades del grupo de jugadores. El entrenador no debe desgastarse o quemarse en pequeñas y continuas tomas de decisión, poco relevantes.

continuará....