La PRESIÓN y sus 5 rostros.
Liderazgo emocional.
“La mente crea el abismo y el corazón lo cruza”.
Sri Nisargadatta.
¿Por qué –incluso habilitados por su
incuestionable talento- hay jugadores que rehúyen de lanzar un penalti
decisivo; o de tirar un último tiro a canasta que pueda dar la victoria; o de
cometer una doble falta en el juego que permite ganar cuando no la había
cometido en todo el partido…? Los que practicamos deporte o vivimos muy
cerca de deportistas sabemos que LA PRESIÓN JUEGA.
La PRESIÓN –a priori- no es ni buena ni mala; ni positiva ni
negativa, ni limitante ni potenciadora. Se trata de una energía que
experimenta el organismo del deportista y provoca un reacción al instante.
La PRESIÓN es un estímulo interior o exterior. Así, de la presión solo
podemos hablar de sus efectos contrastables, y de cómo estos son variables en
función del deportista o equipo que lo experimenta.
1. IM-PRESIÓN.
o JUGADOR. La realidad exterior genera
tal impacto en la persona que capta del todo su atención. Esta queda
cautivada por el estímulo recibido y trata de encuadrar esa arrebatadora
experiencia perceptiva.
§ EMOCIÓN. Sorpresa.
§ SENTIMIENTO. Expectación.
§ CREENCIA. “Creo que el mundo está lleno de
estímulos muy diversos y debo estar muy atentos a ellos para responder de forma
correcta”.
o ENTRENADOR. Tiene la oportunidad de
participar en ese encuadre; de hecho, su participación y valoración resulta
decisiva. Observa y cuida las sensaciones de tus jugadores en esos
momentos que consideras decisivos. Las reacciones proporcionan
mucha información.
2. SOBRE-PRESIÓN.
o JUGADOR. La misma realidad exterior –circunstancias
y/o personas- provocan un peso excesivo en el ánimo del deportista. Su
rendimiento se ve afectado por ese peso que no ha elegido y, de alguna
forma, le acogota.
§ EMOCIÓN. Ansiedad. Sensación de estrés.
§ SENTIMIENTO. Frustración.
§ CREENCIA. “No soy capaz de dar lo mejor de mí
cuando las cosas se complican”.
o ENTRENADOR. Tiene la oportunidad de descargar
ese nivel de estrés que experimenta su deportista. Un mismo grado de
exigencia tiene desigual respuesta por parte de deportistas de un mismo equipo.
Cuida esos parámetros de manera individualizada.
3. SU-PRESIÓN.
o JUGADOR. La realidad exterior afecta
de una forma que el deportista decide desviar esa influencia, ignorarla,
apartarse de su área de impacto e influencia. En algún caso, supone el
distanciamiento del esfuerzo que suma al objetivo del grupo.
§ EMOCIÓN. Apatía/Desgana.
§ SENTIMIENTO. Culpa.
§ CREENCIA. “No soy capaz de afrontar las
situaciones que me piden mi mejor esfuerzo, por lo que deben afrontarlas otros
más capacitados en mi equipo”.
ENTRENADOR. Tiene la oportunidad de gestionar el no
afrontamiento de su jugador. En ocasiones no es falta de compromiso,
sino de niveles deficientes de confianza. Valora, cuida y trabaja ese síntoma y
su efecto para beneficio de las tres partes implicadas: deportista,
equipo y entrenador.
4. DE-PRESIÓN.
o JUGADOR. Se trata de un nivel más. Suele
venir de un ejercicio reiterado de supresión y evasión. La realidad exterior
llega entonces a abrumar al deportista hasta desposeerlo de su vitalidad,
reduciéndolo a un alma sin la energía necesaria y el ánimo robado.
§ EMOCIÓN. Tristeza.
§ SENTIMIENTO. Impotencia.
§ CREENCIA. “No soy capaz de nada. No sé
qué hago aquí. No tengo ni siquiera ganas de intentar algo…”.
o ENTRENADOR. Tiene la oportunidad -¡mejor con
ayuda de algún especialista!- de atender y recuperar a la persona si quiere “rehabilitar”
al deportista. Ten paciencia y pon los mejores medios siempre para el
que más los necesita, quiere y, por alguna incomprensible razón para ti, no
puede. Ser entrenador de personas es parte de ser entrenador de deportistas.
5. RE-PRESIÓN.
o JUGADOR. La realidad exterior se queda
a vivir dentro, demasiado tiempo, y de un modo que va castigando al
deportista hasta provocarle la asfixia vital. Llega a un punto en el que el
principal factor de presión es uno mismo, que se convierte en implacable e
inmisericorde juez de sus propias acciones.
§ EMOCIÓN. Ira/furia.
§ SENTIMIENTO. Desesperación.
§ CREENCIA. “No serás capaz de estar a la
altura de la exigencia que cada momento te presenta”.
o ENTRENADOR. Tiene la oportunidad –la
necesidad- de llegar adentro de su deportista y tocar esos elementos internos
que comprimen a la persona hasta neutralizar su verdadero potencial. Observa,
observa aún un poco más. Intenta no añadir desesperación a la desesperación.
Desbloquear requiere de ingredientes a menudo contrarios de los que se alimenta
la conducta bloqueadora. Merece la pena intentarlo.
La PRESIÓN, así, sin más; sin prefijo que añada matices
-gestionada adecuadamente- puede convertirse en una magnífica aliada. Por
eso hay deportistas que se mueven bien en escenarios de PRESIÓN, incluso se
crecen; incluso los prefieren. Deportistas que, asomados al borde del
precipicio, no ven el vacío, sino el salto que la situación requiere. La
PRESIÓN, la CONFIANZA…
Etiquetas: Coaching, Emociones, Entrenadores, Liderazgo, Presión
Gabino Carmona
Casi siempre se puede llegar, la diferencia la hace el
camino escogido.
“Dominar a otros es ser fuerte; dominarse a sí mismo es
ser poderoso”.
Lao Tzu.
La
pretemporada es el forjado de los equipos. Como no puede ser de otro modo,
se realiza a fuego lento y constante. Y en esa cocción ninguna
dimensión suele escapar de la cada vez más exhaustiva planificación de un
cuerpo técnico profesional. A la preparación física y el trabajo de los
diferentes conceptos del juego, hay una faceta a la que se le viene concediendo
también su importancia: la preparación mental, esto es, la construcción de la
mentalidad del grupo; el forjado del espíritu y el alma de ese conjunto
de individuos con objetivos comunes pero intereses a veces encontrados.
Lo
cierto es que, con el paso de las jornadas y el desarrollo de la competición,
una buena parte de los contratiempos que van encontrando los equipos, no los
salva el concepto del juego o la preparación física. Lo que, en última
instancia salva a un grupo cuando los planes de preparación y de entrenamiento
están tan pormenorizados y estandarizados, y la competición les somete a la
máxima presión, es la calidad y la consistencia del vínculo que los unea
todos; algo que no se puede pedir de una jornada para otra, sino que se trata
de un edificio que se levanta desde el primer día de pretemporada con sesiones
específicas e integradas.
Uno de los factores que resulta decisivo en ese
forjado de la mentalidad del equipo es la COMUNICACIÓN. La
comunicación muy rara vez es neutra; el mensaje construye o destruye; suma,
resta, multiplica o divide. Así, podríamos aplicar un “Dime como
comunicas y te diré como lideras”, entrenador. Y tú, ¿cómo comunicas,
míster? Aún hay entrenadores que confunden la exigencia con la severidad; o la
cercanía con el amiguismo… Aquí tienes una sencilla tabla para que puedas
valorar tu posición y parámetros comunicativos con tu grupo. ¡Sitúate!:
Desde que entras por
primera vez en el vestuario, marcas tu área y tu estilo de relación con tus
jugadores. Así, la COMUNICACIÓN, tanto la verbal como la gestual,
contribuirá decisivamente a la percepción de ellos; esta, a su vez,
determinará su experiencia, que le llevará a sentir unassensaciones,
generar unas emociones concretas y, en última instancia, les empujará
progresivamente a construir una serie de creencias hacia tu persona.
Después vendrá el
contenido del mensaje; las ideas que transmitir o los conceptos que asimilar;
pero, ¿qué serán de estos si descuidamos y relativizamos la calidad del canal o
la consistencia del vínculo? Y ese canal y ese vínculo –míster- lo
estamos construyendo ahora, en la pretemporada.Posiblemente no haga
falta esperar a los escenarios de presión para empezar a entrenarlos…
¡Buena preparación mental!
Publicado por Gabino Carmona
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