ENTRENADOR DE ESPAÑA.
El decálogo de Lopetegui: carácter, cercanía, tiqui-taca...
A continuación les mostramos los diez conceptos en los
que se basa su librillo.
Aritz Gabilondo Blog
30 agosto 2016.
Una etapa exitosa en la Sub-21 y otra exigente en el Oporto
han moldeado a Lopetegui como técnico. Su idea de juego está basada en el balón
y en el talento, pero además tiene personalidad como para calar en los
vestuarios.
1. Ser protagonistas del juego.
“Protagonistas” es una palabra que Lopetegui emplea con
asiduidad y que define bien sus intenciones. Para ello considera que hay que
tener el balón y, a través de él, construir el juego. La posesión le importa,
pero siempre y cuando tenga el fin de hacer daño al rival. Por eso sus
jugadores poseen un perfil de talento y buena circulación, muy en la línea de
lo que ha sido la Selección estos últimos años. Con ese corte de futbolista
dotó también de un estilo particular al Oporto.
2. Porteros con buen pie.
Uno de los puntos en los que más incide Lopetegui es en el
inicio del juego desde atrás. Los porteros sacan en corto siempre que es
posible y los centrales se abren para dar opción de pase. Es fundamental un
portero con buen pie y De Gea es ahora mismo el mejor y el más sereno para ese
juego. Lo sabe Lopetegui, que le dio confianza en la Sub-21. También por eso
Reina aún tiene hueco como suplente.
3. Estrategia.
Le otorga mucha importancia porque sabe que es un factor
diferencial en partidos igualados. En la FEF trabajó durante años en una línea
que le dio resultados en forma de goles y que volvió a exhibir después en
Oporto. Hay un trabajo concienzudo de pizarra en faltas y córners a favor,
diferentes acciones establecidas, enfoques diversos dependiendo también de la
forma de defender del rival. Es un técnico moderno y metódico en este sentido,
capaz de sorprender.
4. Laterales desdoblando.
Montoya, Carvajal y Alberto Moreno fueron sus laterales
específicos en la Euro Sub-21 de 2013. Es decir, tres jugadores dinámicos. No
vale cualquier lateral, tiene que ser ofensivo y aportar en ataque tanto como
cualquier otro. Se repitió con Danilo y Alex Sandro en el Oporto. Son claves
los desdoblamientos y las diagonales. Fundamental por supuesto la velocidad
para corregir atrás tras pérdida.
5. Un mediocentro más posicional.
Todo el centro del campo debe saber manejar el balón, pero
uno de los mediocentros suele tener un corte de mayor equilibrio. En 2013 con
la Sub-21 fue Illarramendi; después en el Oporto, Casemiro. Jugadores
fundamentales para aportar en defensa y en la recuperación de balón. En ese
sentido, el seleccionador ve a Saúl como un 6 —a diferencia de donde juega en
el Atlético— y a Koke lo considera un 8, nunca alguien al que utilizar en
banda. Son matices.
6. Buen ambiente, pero también seriedad.
Como jugador, Lopetegui ha estado en grandes vestuarios y
sabe que con los futbolistas hay que saber tensar y destensar la cuerda. Es
decir, el buen ambiente es necesario pero la seriedad y la disciplina, también.
De este modo dejó una importante huella en el grupo de la Sub-21 —los jugadores
hablan maravillas de él—. La lealtad le parece importante. Quien no esté con él
y sus compañeros, está fuera.
7. Amplitud y toque son compatibles.
Le gusta a Lopetegui abrir el campo con al menos un jugador
concreto de banda. En aquella Sub-21 campeona era Tello, mientras en el otro
costado jugaba un volante con participación interior como Isco. En el Oporto
que llegó a cuartos de Champions repitió con Quaresma (extremo) por un lado y
Brahimi (enganche a banda cambiada) por el otro. Pudiendo variar de costado
según va el partido, asegura de este modo profundidad y toque.
8. El nueve debe participar del juego.
El delantero centro no es un islote al margen del equipo.
Tanto Rodrigo (o Morata) en la Sub-21 como Jackson en el Oporto eran capaces de
venir a recibir, jugar de espaldas, caer a banda, mover a los centrales y poder
combinar con el mediocampo. Esa función la tiene perfectamente resuelta con
Morata y Alcácer; por su parte, Diego Costa ofrece otras cosas para ciertos
momentos o rivales: velocidad al espacio, agresividad, cuerpo a cuerpo...
9. Comunicación social.
Un seleccionador es alguien que siempre está en el ojo del
huracán. Detenerse a justificarse ante todo el mundo es imposible, aunque por
supuesto Lopetegui no puede olvidar la comunicación y la imagen. En Oporto tuvo
problemas por la fuerte presión de la prensa, que le incomodó. Aprendió de
aquello. Ahora, como seleccionador, ha optado por un perfil pausado y dialogante,
sin ser tampoco sumiso de los medios. Él tiene el poder de elegir a los
jugadores y debe hacerse respetar por ello. Es de personalidad fuerte.
10. La base de todo: el trabajo.
A ilusión y a ganas por formar una buena Selección no le
gana nadie en estos momentos. Entiende Lopetegui que está ante un reto y a él
le gustan los retos. Ha optado por el trabajo como filosofía de base. En su
primer mes se recorrió España y Europa viendo partidos con internacionales,
estuvo en actos institucionales de la FEF, se reunió con pesos pesados del
equipo, formó un staff que ya se ha puesto manos a la obra... Las horas de
dedicación no han sido pocas. Ni lo serán. Ser seleccionador nacional así lo
demanda.
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