Diego Umaña/ opinión,
CUARTOS DE FINAL/ COPA DEL REY.
Se jugó el partido de ida de la Copa del Rey, cuartos de
final, en el Nou Camp con triunfo culé por 1 a 0 (gol de tiro de pénal por Messi), en los
últimos momentos del partido. Era el enfrentamiento entre dos estilos de juego
totalmente antagónicos. Barsa y su característico juego de posesión dispuesto a
vencer a la defensa reforzada del Atlético. Y de paso sacar una ventaja para el
juego de vuelta en Madrid.
Quizás Barsa fue más dinámico, preciso, con más
profundidad en el primer tiempo, creando algunas opciones claras, dominio e
iniciativa que se fueron diluyendo en el segundo tiempo. Atlético firme en sus
propósitos, fiel a los argumentos que lo han llevado a sitios de honor en
Europa que destacan su entrega como equipo, agresividad en la recuperación de
pelota, rigor en marca, eficaz táctica fija tanto en tiros de esquina como en
tiros directos de costado o de frente, reclamos permanentes a los árbitros, un
equipo que no se entrega nunca y pone todo para conseguir su victoria.
No hay una sola forma de jugar al fútbol. Cada uno
dispone de una sensibilidad especial e interpreta el fútbol de una manera
distinta. Y tal vez debido a
determinismos culturales, conveniencias económicas, en cada ciudad, zona de un
país, se van gestando gustos que los hinchas aceptan, adoptan, se sienten
identificados y emocionados… bueno, siempre y cuando su equipo gane. Ganar se
ha ido convirtiendo en la razón principal que rodea al fútbol. No importa si se
juega a la defensa y de contra. O si se juega a elaboración paciente hasta
encontrar el instante y anotar goles para ganar.
Al Atlético de Madrid nadie le discute su protagonismo,
la intensidad como se apoderan del juego ante el rival que sea y en donde sea.
Como dice su entrenador Diego Simeone se han ido juntando jugadores de
idénticas características, ganadores, que lo entregan todo, que resignaron sus
egos por el bien de la armonía colectiva, que no le temen a nadie ni a nada ni
a la misma muerte. Así equilibran el juego, así se hacen protagonistas, así vienen
construyendo una gran historia. Y de seguro lo seguirán haciendo.
Barsa está recorriendo el camino del rescate, del regreso…a su esencia,
que lo hizo uno de los equipos más gloriosos en la historia del fútbol al mando
de Pep Guardiola. Defendiendo una identidad, un sentimiento, sus jugadores
intentan parecerse a lo que su entrenador les pide, pero sin llegar a exigirse
en lo que no son, un juego que lo llena todo con su ingenio, su inspiración,
sus movimientos, sus pases inigualables, sus goles elaborados con una paciencia
infinita y terminados con una contundencia imparable.
Por momentos luce avasallador, por momentos no encuentra
los espacios, quizás pudiera insistir más en imponer superioridades numéricas (el 2 x 1) por ejemplo, para llegar al fondo por banda o tener más aproximaciones por el centro, media distancia, aprovechamiento de tiros libres, no solo sea Messi pues Neymar le pega muy bien, jugadas que le otorguen pronto el merecido gol que les dé la
tranquilidad de gestionar el juego de una manera más clara. Hoy vencieron al
último Campeón de la Liga de España y saben que allá en el Vicente Calderón van
a tener once leones jugándose la vida para conseguir la remontada. Y eso hace
un partido muy difícil pero no imposible si hace las cosas con orden,
organización, y un funcionamiento colectivo acertado a la propuesta de su
rival.
La salida de Torres no sé si mermó sus posibilidades
ofensivas porque en ese aspecto se hizo demasiado especulador en su propuesta
futbolística y Barsa supo regularse bien en defensa para no ofrecer errores que
pudieran ser aprovechados y más sabiendo que son especialistas en desesperar a
sus adversarios y rematarlos en salidas de ataque veloces.
En Madrid se cerrará esta llave. Barsa ha tomado ventaja.
Ya sabemos que irá a jugar a tener el control y la iniciativa del juego. A
ganar. Atlético pondrá lo suyo. Tiene derecho a jugar como mejor se siente.
Aunque no nos agrade de a mucho. Seguro lo van a hacer. Pondrán todo en pos del
triunfo.
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