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“Hay que ganarles a los que sólo quieren ganar, y que no les
importa el cómo”.
“Hay que ganar para ser feliz, porque el fútbol es eso, una
excusa para ser feliz”.
Es muy difícil saber que sé es mejor que el adversario y al
final perder ese partido. Brasil en este momento no es mejor que Colombia pero
hoy compensó esas diferencias con fuerza, agresividad , mucha intensidad en su accionar, no
dejó nunca de esforzarse al máximo, en el 1 x 1 estuvieron anticipando siempre
y cuando no, cometían faltas táctica para detener el avance del juego, con la autorización directa del árbitro quién no sacó amarillas sino al final. Teniendo
la experiencia de haberle ganado a España en la final de la Copa de
Confederaciones, les sirvió para encontrar el mejor balance y entender como
complicar a nuestro seleccionado y quitarle a nuestro juego la brillantez, la
claridad, la movilidad necesaria para neutralizarlo, y ganarle hoy en el
partido de cuartos.
Nuestro equipo ha dejado muy en alto el nombre de nuestro
país, eso no se olvidará. Es la mejor historia que se ha escrito a nivel selección
de mayores, en un Mundial. En la memoria colectiva ya quedó instalada esta espectacular
actuación Brasil 2014. De pronto no se tenían unas expectativas tan altas, pero
este grupo de jugadores hicieron demasiado en el terreno de juego para intentar
darle a nuestro pueblo la mejor alegría de su vida. Por poco se llega a semifinales,
hubiera sido una verdadera hazaña difícil de volver a repetir.
De pronto fue sorprendida por su adversario y su actitud
agresiva desde el vamos, crearon 2 o tres opciones clarísimas de gol más que
afortunadamente no concretaron y cuando quisimos reaccionar, al final del juego
no nos alcanzó para lograr el empate. Brasil había jugado tiempo suplementario
y quisieron asegurar el resultado de entrada para luego refugiarse en su
terreno y hacer lo que más frecuentemente hacen: rechazos a cualquier lugar y
defenderse agrupados en su propia zona. Se perdió, quedamos afuera del Mundial
pero el país quedó bien representado en este Mundial, como nunca.
Colombia con este grupo de jugadores tiene un gran presente.
Hace varios años atrás emigraron de nuestro país y han ido creciendo
enormemente no solo en su profesión sino en la parte personal. Hoy son
jugadores de gran jerarquía, experiencia, capacidad, de mucha personalidad, han
sabido estabilizarse como titulares en sus respectivos clubes y saben responder
a los compromisos que adquieren no solo allí en donde residen sino acá en
nuestra selección, como lo acaban de demostrar. Han trasladado ese rendimiento,
esa actitud, con una mentalidad diferente, inteligencia en la interpretación del juego a raíz de los clubes
en donde juegan y compiten, y los entrenadores que han tenido.
Son jóvenes, la mayoría, así que Colombia tiene un gran
futuro inmediato para sus próximas intervenciones internacionales. José
Pekerman, su entrenador, debe seguir al frente de este gran proceso, todo lo
que ya han avanzado es terreno ganado y eso le ha dado una sólida base a la
conceptualización táctica del equipo para poder seguir entregando los mejores
resultados. Demuestran un gran respeto por el
grupo, un convencimiento total por lo hacen, la decisión de poner al
grupo por delante y que nada ni nadie sabotee esa estabilidad que le da una
gran cohesión de equipo dentro y fuera de la cancha, la unificación de objetivos
y el sentido de pertenencia para entregarse de lleno y cumplir, la resignación
de egos tan perjudicial en anteriores procesos. Tenemos un excelente grupo humano y
profesional, hay buenos jugadores, existe un gran equipo con principios claros,
ya asimilados, debemos sentirnos tranquilos, contentos y agradecidos y darle
toda la confianza, continuidad, porque en
Brasil 2014 nos han entregado enormes
emociones y nuestro corazones vibran hinchados de orgullo que nos embarga.
Tomado de la intimidad del fútbol:
“A LOS LUCHADORES SIN RECOMPENSA, QUE SON UN EJEMPLO DE DIGNIDAD. A QUIENES LEVANTAN LA UTOPÍA COMO FORMA DE VIDA Y SE RESISTEN A ACEPTAR EL FIN DE LA HISTORIA QUE QUIEREN DECRETAR LOS QUE MANDAN.
“A LOS LUCHADORES SIN RECOMPENSA, QUE SON UN EJEMPLO DE DIGNIDAD. A QUIENES LEVANTAN LA UTOPÍA COMO FORMA DE VIDA Y SE RESISTEN A ACEPTAR EL FIN DE LA HISTORIA QUE QUIEREN DECRETAR LOS QUE MANDAN.
A LOS DESOBEDIENTES QUE SIEMPRE TIENEN UN ORDEN QUE DESORDENAR,
COMO SUGIERE UN POEMA DE BENEDETTI.
A LOS QUE SON ACUSADOS DE ROMÁNTICOS Y SOÑADORES Y
SEÑALADOS COMO PERDEDORES, QUE AÚN ASÍ PREFIEREN LA POESÍA.
A LOS QUE INTENTAN CAMBIAR LA REALIDAD PARA HACERLA MÁS
JUSTA, MÁS HUMANA, MÁS HERMOSA.
A LOS QUE SUFREN LA INJUSTICIA DE UN ORDEN ESTABLECIDO
PARA UNOS POCOS Y SE REBELAN.
A LOS QUE VIVEN EL FÚTBOL DESDE LA ILUSIÓN Y SÓLO PIENSAN
EN EL RESULTADO CUANDO TERMINA EL PARTIDO".
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