EL RESULTADO ESTA BIEN.,

EL RESULTADO ESTA BIEN.


Lo digo porque cuando te pones dos a cero y te empatan 2 a 2, dándole todas las facilidades al rival, bajando el ritmo de juego, jugar con exceso de confian es merecido además por el esfuerzo que hace el rival. Le pasó a Juan Aurich el domingo y hace ocho días frente a Comercio le había pasado exactamente lo mismo. Dimos las explicaciones, aceptamos los errores, pero volvimos a fallar.

¿Por qué pasa esto? no es cuestión física pues después del 2 a 2 reaccionamos, fuimos más agresivos, presionamos más arriba, se fue más decididamente en busca del tercer gol y creamos varias ocasiones. ¿Porque no se hizo antes? No es cuestión táctica pues cuando estábamos cero a cero buscamos soluciones con nuestro juego y nos pusimos 2 a 0 y creamos muchas más ocasiones de gol. Creo que es una cuestión de mentalidad. Hoy demostramos que hicimos lo más difícil que es ponerse 2 a 0 y que lo más fácil que es manejar el resultado y el trámite del partido fuimos incapaces. ¿Por qué? Y porque caímos en una actitud de no hacer lo que veníamos haciendo con aplicación.

A eso hay que agregarle que en los dos últimos juegos hemos errado muchas ocasiones de gol. Sería más preocupante si no las creamos, cierto, pero sin contundencia el fútbol que se haga siempre quedará solo en buenas intenciones. La gente se guía sólo por resultados, no importándole para nada como se ganó.

Se había empatado un partido de visita en cancha de Universitario y había dicho que se defendió bien pero en ataque fuimos muy tímidos, no creamos muchas llegadas. Acá en los dos partidos hemos llegado muchas veces, por derecha, por izquierda, por el centro, en pelota quieta, de media distancia, pero no la embocamos. Y eso atenta contra cualquier intención de querer ganar para ser protagonista.

Juan Aurich quedó en sexto lugar en el torneo el año pasado. No es una hazaña. Ni nada por el estilo y si quedar segundo no me gusta, estoy seguro que a usted tampoco. Para quedar primero no basta con decirlo sino querer hacerlo y para hacerlo, desearlo con locura, con pasión y trasladar esa pasión a la cancha. Resignando todo, para poner todo el esfuerzo minuto a minuto en cada partido.
Los partidos duran 90 minutos más el descuento y hay que prepararse para soportar eso al mismo ritmo. De local, visitante, de noche, de día, en la altura, en el llano, en donde sea contra quién sea. Hay un buen equipo, no sé si sea el mejor del Perú, eso se tendría que demostrar en la cancha, pero para cambiar ese sexto lugar, aunque sea por un quinto lugar, por ejemplo, hay que mejorar en muchas cosas. El fútbol mismo nos lo está avisando.

Hay que cambiar. Pero es claro que lo más difícil lo pueden hacer, por ejemplo, ponerse 2 a 0. Lo más fácil que es mantener ese resultado o ampliarlo, no porque lo desee sino porque el trámite del juego te demuestra que en el anterior partido tuvimos cerca de 14 ocasiones claras de gol y en este 4 en el primer tiempo y 7 en el segundo.

Es una lástima pudimos acomodarnos en un lugar importante. Esto recién empieza pero no se deben regalar puntos y menos de local. Ah, alguien me increpó a la salida y me dijo que porque no hice cambios y le dije que el domingo pasado hice tres cambios y pasó lo mismo. No pasa por ahí. Estos seguro.

No me sentiría nunca orgulloso de ser sexto, repito tampoco de segundo. Pero vamos a trabajar duro para mejorar. Quién quiera poner todo lo aceptaremos. Quién no quiera, lástima no transaremos nada. Y hablo en nombre del grupo.

“Para hacer lo que hace el Barcelona hay que construir un vestuario fuerte”. Guardiola.

“Para pretender ganar algo hay que ser fuertes, seguros, sólidos en defensa y arriba ser contundentes. Y jugar con equilibrio. No conozco a ningún otro equipo que sin hacer esto ganó”. Mourinho.


Empatamos de local. Me habían dicho que Chiclayo era una ciudad capital de la amistad. Pues por un empate me tiraron una botella con agua y casi me rozó la cabeza y golpeó a mi compañero Ramón Vásquez. A los diez minutos mis jugadores hicieron un pase para atrás y reiniciar un ataque en una zona más propicia. Y escuché silbidos. Me gustó que el equipo dejo de lado eso, lo superó y se puso adelante en el marcador 2 a 0. Me decepcionó que perdió el control del juego y nos empataron cuando habíamos hablado bastante sobre esto. Me duele, me da mucha bronca. Cuando me empatan o me ganan superándome lo acepto y punto. Pero cuando esto sucede porque bajamos en nuestro juego, me cuesta aceptarlo.

Ah, un dato estadístico: Hemos jugado de local 2 partidos y se han creado 36 llegadas al arco rival y de ellas 23 son ocasiones claras de gol. Convirtiendo el equipo solo 5, que tampoco es malo. Revisen si quieren los videos. Creo que es un volumen de juego muy importante para un equipo trabajado para ser ofensivo.